La Casa de Francis Kurkdjian: cuando el perfume coquetea con el arte

Hay perfumes que usamos. Y hay otros que nos transportan, nos transforman, cuentan nuestra historia.

Fundada en 2009, la Maison Francis Kurkdjian se ha consolidado como una marca líder en el mundo de la perfumería nicho. Al frente de la marca está Francis Kurkdjian, un niño prodigio que se convirtió en un reconocido perfumista. Con tan solo 26 años, creó Le Mâle para Jean Paul Gaultier, una de las fragancias masculinas más icónicas de todos los tiempos. Se puede afirmar que no tardó en dejar huella.

“Los perfumes son como cuadros…”

Aquí, cada creación se concibe como una obra de arte olfativa. Seguir las tendencias es imposible. Francis Kurkdjian crea como un pintor compone su lienzo: con audacia, precisión y, sobre todo, total libertad. ¿El resultado? Perfumes que no buscan complacer a todos, sino que llegan directamente al corazón (o a la nariz, según prefieras).

Tomemos como ejemplo Baccarat Rouge 540. Un nombre enigmático, una fragancia reconocible al instante y un éxito mundial que casi escapó al control de su creador. Originalmente, fue una edición limitada para celebrar el 250.º aniversario de Baccarat. El resultado: colas en las boutiques, vídeos virales y reconocimiento instantáneo. La fragancia se convirtió en un clásico de culto. Algunos la adoran, otros la evitan, pero todos la reconocen.

“Lujo, calma y moléculas…”

Francis Kurkdjian no teme explorar ni explicar. Habla de sus perfumes como un chef hablaría de sus recetas: con pasión y sencillez. Almizcles, maderas ambaradas, oud, flor de azahar… los ingredientes cantan bajo su pluma. E incluso las moléculas sintéticas cobran vida en sus manos.

Pero no se equivoquen: tras esta imagen poética se esconde una casa rigurosa, comprometida con la calidad, la responsabilidad ecológica y una meticulosa atención al detalle. Nada se deja al azar. Ni siquiera la discreta elegancia de las botellas, que nos recuerdan que el verdadero lujo no tiene por qué ser ostentoso.

“Una nariz de su tiempo.”

Adquirido por LVMH en 2017, Francis Kurkdjian es ahora el director creativo de perfumes de Dior. Sin embargo, continúa supervisando su marca homónima con el entusiasmo de un artista residente. Cada nuevo lanzamiento se espera con entusiasmo, como la inauguración de una galería. Y cada uno confirma que la perfumería aún puede sorprender, conmover, hacernos sonreír, incluso despertar un poco de fascinación.

Así que si pensabas que el perfume era solo un accesorio, una rociada antes de salir, Francis Kurkdjian te demostrará lo contrario. Porque para él, el perfume no solo adorna el cuerpo: revela el alma.

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